Homeopatía

 

La Homeopatía es un método terapéutico, desarrollado por Samuel Hahneman, médico alemán del siglo XIX. Los principios en los que se basa la práctica de la Homeopatía ortodoxa, conocida como Unicismo, son los siguientes:

El primer principio es la INDIVIDUALIZACIONcada persona es única. No hay enfermedades, sino enfermos. Aunque es cierto que la enfermedad tiene síntomas comunes en todas las personas que la padecen, también lo es que cada enfermo presenta matices y modalidades sintomáticas diferentes. También factores diferentes pueden incidir en causar o agravar la enfermedad dando sus propias peculiaridades. Y lo que es más importante, cada persona tiene un terreno, una constitución propia sobre la que asienta la enfermedad, y una individualidad que le hace ser quien es y que determina su manera de ver el mundo y por tanto también su enfermedad. Todos estos factores son tenidos en cuenta a la hora  de diagnosticar el medicamento homeopático, cuyo objetivo final es la curación global del paciente (y no solo de su enfermedad).

El segundo principio de la Homeopatía, es el de SEMEJANZA:  una sustancia que produce determinados síntomas en una persona sana, es capaz de curar esos mismos síntomas en una persona enferma.  Hay que entender que los SÍNTOMAS expresan el intento del organismo por restablecer  la salud. Por tanto su finalidad es positiva y curativa, al menos en su inicio, y no deben  ser suprimidos sin más.  El Medicamento Homeopático se adapta perfectamente al intento de recuperación del cuerpo, estimulando sus propios mecanismos de auto-regulación.

 

El tercer principio, es la DOSIS MINIMA: la Homeopatía utiliza la dosis más pequeña, para producir una reacción en el organismo. Ello se consigue diluyendo y potenciando sucesivamente las sustancias de origen vegetal, mineral y animal. Por ello los medicamentos homeopáticos no producen efectos secundarios y pueden ser utilizados en cualquier situación (niños, ancianos, embarazadas). Sin embargo para asegurar la efectividad de los mismos, su prescripción debe ser hecha por un profesional competente. No se autoprescriba.

 El cuarto principio es el del MEDICAMENTO UNICO:  la Homeopatía Unicista prescribe un solo medicamento por vez, para la totalidad de la persona, es decir para la persona en sí y para todos sus síntomas y enfermedades. A lo largo del tiempo podrán ser utilizados varios medicamentos, pero nunca simultáneamente.La homeopatía no trata las ramas sino el tronco del árbol, y tronco solo hay uno.

El quinto principio es el de la CURACIÓN y la SUPRESIÓN:  solo podemos curar si tratamos la globalidad de la persona y no solo sus síntomas. Al tratar un síntoma de forma aislada corremos el riesgo de suprimirlo y dar origen así a un nuevo síntoma o enfermedad, ya que la causa del primero seguiría activa. El síntoma es como un válvula de escape de una olla a presión: no debe ser “tapado”, sin apagar previamente el fuego.  La Curación sigue siempre un proceso igual en cuanto a localización y tiempo: primero mejoran los órganos más profundos (mente, corazón, etc), seguido de los más superficiales (piel y mucosas); primero se curan lo trastornos mas recientes y después los más antiguos.

La eficacia de la Homeopatía está avalada por los más de 200 años de experiencia clínica, por el incremento constante de pacientes que recurren a ella en todo el mundo y por los cada vez más numerosos estudios científicos.