
Las últimas décadas han supuesto un gran avance en el conocimiento del cerebro y su relación con los procesos psicológicos y orgánicos. Ello ha dado origen a un auge sin precedentes en el campo de las neurociencias. Entre ellas se encuentra una ciencia integradora, la psico-neuro-inmuno-endocrinología (PNIE) que aporta la evidencia científica de cómo funcionan las diferentes practicas englobadas en la Medicina Mente Cuerpo. Por su parte la Neurociencia Contemplativa se ha dedicado a investigar cómo las diferentes técnicas meditativas afectan el funcionamiento del cerebro, el sistema nervioso y la fisiología.
En este sentido se dispone de una gran investigación en el campo de las técnicas atencionales (meditativas) y como éstas afectan a los procesos fisiológicos y psicológicos. Las técnicas psicosomáticas del Yoga y en especial las técnicas de meditación de atención pasiva libre como Nirodha Meditación tienen un efecto drástico en la reducción de los efectos fisiológicos del estrés y su estudio y aplicación ha recibido, en el caso de la Meditación Trascendental, la técnica mejor estudiada dentro de este grupo, importantes subvenciones del Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos y numerosas menciones en revistas científicas especializadas. Por otro lado, las técnicas de Mindfulness, que pertenecen a un grupo distinto, de atención activa abierta, han cobrado especial relevancia en el campo de la psicoterapia, en las llamadas Terapias de tercera generación, para el abordaje de diversos trastornos psicológicos, y forman parte del currículo de importantes y prestigiosas universidades como la de Massachusetts, Oxford, Harvard, Bangor…
¿Qué es el Estrés?
La “respuesta de estrés“ pone en marcha recursos fisiológicos y psicológicos, para poder afrontar con éxito, una situación real (externa) o imaginaria (interna), que es percibida como amenazante. Sin embargo, dado que movilizan una gran cantidad de reacciones y procesos fisiológicos, producen una sobreactivación de todo el organismo con el consiguiente desgaste del mismo. Cuando la “respuesta de estrés” se produce de forma intensa, frecuente o duradera, da lugar a un agotamiento de los mecanismos fisiológicos de homeostasis, apareciendo entonces los trastornos por estrés o alteraciones psicosomáticas.
Trastornos asociados a la respuesta de estrés
- Enfermedades cardiovasculares: hipertensión, cardiopatías, colesterol…
- Enfermedades metabólicas y endocrinas: diabetes, síndrome metabólico, trastornos tiroideos, síndrome premenstrual…
- Enfermedades inmunes y autoinmunes: alergias, asma, enfermedad inflamatoria del intestino, psoriasis, cáncer…
- Enfermedades Gastrointestinales: gastritis, ulceras, dispepsia, intestino irritable…
- Enfermedades neurológicas: migrañas, neuralgias, polineuritis, dolor crónico…
- Enfermedades psicológicas y psicosomáticas: trastornos de ansiedad, depresión, síndromes de estrés…
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Trastornos musculoesqueléticos: lumbalgia, fibromialgia, fatiga crónica…